Álbum de fotos de la sesión realizada el 03/04/2016 en el la zona dels Espais Naturals del Riu – Delta del Llobregat (Barcelona)
El Nilo es la médula espinal de Egipto, y sus márgenes, la columna vertebral. En ellos se congrega la gran mayoría de la población del país. Y casi todos sus monumentos. Y se desarrolla una agricultura que copa la totalidad del espacio verde que lo envuelve por ambos lados, una agricultura que ha sido y hoy en día sigue siendo, la base y el fundamento del país. El Nilo recorre serpenteando continuadamente varios miles de kilómetros atravesando el desierto, hasta su tramo final, donde esa médula espinal se conecta finalmente con el gran cerebro, repartiendo, esta vez sí, a través de cientos de neuronas, sus aguas por su extenso delta.
En Nilo mítico de películas, leyendas e historias, cuando lo tenemos al alcance de la mano y de la vista, pierde mucho valor. Al río, y sobre todo a los canales que se han ido creando a su alrededor van a parar casi todas las basuras generadas en las poblaciones, así como las aguas residuales y productos de desecho de industrias y agricultura. Y no podían faltar animales muertos, burritos entre otros, que vi tanto en alguna orilla como en el propio agua. El Nilo hoy es día es un río altamente contaminado.
La zona del Cairo, sin duda alguna, la peor que he podido ver, sobre todo algunos canales, puras montañas de basura flotantes. En cambio, en la zona de Assuán, el Nilo presenta su aspecto más limpio, y también el más salvaje, sobre todo a la altura de la primera catarata, con algunos rápidos, rocas y remolinos.
El Nilo separa el país en dos, y la escasa existencia de puentes para cruzar de un lado a otro, hacen que el río sea a su vez un espacio de continuo trasiego de embarcaciones de una orilla a otra, fundamentalmente las barcazas grandes, para 15 o 20 pasajeros, auténticos taxis acuáticos; las míticas Falucas, embarcación tradicional egipcia de una sola vela; los cruceros de lujo, en este caso, la gran mayoría varados en diferentes puntos de Luxor esperando ese turismo que no llega, así como otras muchas clases de embarcaciones de todo tipo y forma (motoras, barcas a remo,…).
Pero el Nilo mítico sí que existe, y sabe cuando aparecer, en un amanecer o un anochecer, para regalar a nuestros ojos esas vistas que con el paso de los años uno nunca llega a olvidar.
Fotografías de la zona de Assuán
Lo más normal que uno cuelga en internet cuando vuelve de Egipto son las fotos de las pirámides, los templos, las momias, las puestas de sol en el Nilo y los copazos con los compañeros de viaje.
Pero Egipto vive ahora es un momento muy incierto en su historia reciente. Lo que ellos llaman “la revolución”, una situación nueva, ilusionante para muchos, pero materializada de una forma muy difusa y apuntado a un futuro incierto, con una promesa de elecciones que se retrasan, y mientras, un ejército dirigiendo el país y una policía que ha desaparecido casi por completo de las calles y carreteras, tan presente en los pasados años.
Un país en el que la gente ya no mira al turismo, esté ha desaparecido desde el mismo momento de la revolución. ¿Turistas?, unos poquitos en la zona de Luxor, y unos poquitos más en Giza, en el resto de sitios que hemos visitado (nosotros solo éramos 4), ha sido totalmente solos. Egoístamente, un placer como fotógrafo, pero cuando hay menos de 8 personas en un hotel con 400 habitaciones, cuando ves el Valle de los Reyes sin un alma o cuando sales a la calle en Luxor y tienes en la puerta a casi 50 taxistas que no tienen a quien llevar, sabes perfectamente que esta situación está llevando a muchas personas que viven del turismo a una situación económica complicada, cuando además, era el turismo la principal fuente de entrada de divisas al país.
El Egipto actual es un conglomerado de desarrollo y subdesarrollo, de riqueza y de pobreza, de ilusiones y desilusiones, que no sabe si va hacia adelante o hacia atrás… que sabe vivir el día a día, que palpita en la calle…
Estas fotos son una pequeña muestra de esos hombres, mujeres, jóvenes y futuras generaciones que espero que puedan construir un futuro en democracia y con una mentalidad abierta, tolerante y participativa, y así, dentro de unos pocos años nos podrán dar lecciones que tanto nos merecemos “los europeos”, ya que hoy en día nuestra sociedad ya no es nada envidiable en muchos aspectos.
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